Balanced Scorecard o Cuadro de Mando Integral

Ventajas del Balanced Scorecard

El Balanced Scorecard (BSC) es una herramienta para la gestión eficaz y eficiente que aporta a la compañía:

  • Éxito empresarial al facilitar la gestión y la dirección mediante a unir el seguimiento y el control a corto plazo con la visión de su plan estratégico. Además, el cuadro de mando puede incorporar indicadores o KPI de gestión de calidad, gestión ambiental, seguridad y de Responsabilidad Social.
  • Satisfacción de los clientes. Orienta la empresa hacía los clientes, ayudando a implementar la proposición de valor que genera ventas a nuestra organización.
  • Implica al personal porque conocen y comparten los objetivos estratégicos, consiguiendo su compromiso, motivación, comunicación y orientación al logro de objetivos. Favorece la implantación de un sistema de retribución variable por objetivos.
  • Integrable con su certificado ISO. El BSC puede ser la herramienta de seguimiento de procesos que requiere el certificado ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001, ISO 27001 o RSC, entre otros.

Metodología para implantar el Cuadro de Mando Integral

Al diseñar, implantar y mantener el cuadro de mando, realizamos los siguientes pasos:

Análisis de procesos a partir del mapa de procesos

Análisis de procesos a partir del mapa de procesos, tendrá en cuenta aquella documentación existente. Implica:

    • Revisar el plan estratégico y las metas a medio/largo plazo o los objetivos del sistema de gestión con certificado ISO.
    • Identificar y actualizar la misión, visión y valores así como las diferentes políticas de gestión de calidad, gestión ambiental, seguridad o Responsabilidad Social aprobadas, para después traducirlos en indicadores en cada perspectiva.
    • Analizar DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades) a partir del análisis del contexto y partes interesadas.
    • Implicar a Dirección y al equipo directivo a través de reuniones presenciales, para conocer sus prioridades.

Implica un análisis de la información con el objeto de determinar aquellos indicadores que podemos obtener.

Definir objetivos por cada una de las perspectivas del CMI (habitualmente):

Los indicadores se deben vincular con los objetivos estratégicos y de su sistema de gestión integrado.

Construcción del cuadro de mando para que se una herramienta visual y operativa. Implica:

  • Elección de los indicadores. Deben ser relevantes, medibles, alcanzables y alineados con los objetivos estratégicos de cada perspectiva.
  • Diseñar una plantilla para seguir fácilmente los indicadores. Implica el uso de herramientas para gestionar el CMI como Excel, Power BI, Google Data Studio, software especializado o ERPs con módulos de gestión estratégica.
  • Vincular los datos automáticamente si es posible.

Implantación y seguimiento de los resultados para asegurar que cada uno de los indicadores nos aporta valor y que aportan valor para facilitar el seguimiento de la organización.

  • Formar a los responsables sobre uso y lectura del cuadro.
  • Establecer reuniones de revisión periódica. El CMI se debe revisar de forma mensual o trimestral, aunque depende de las necesidades de la organización.
  • Anotar incidencias, desviaciones, causas y acciones correctoras.
  • Relacionarlo con los objetivos, bonificaciones o revisiones anuales si fuera necesario.

Seguimiento del cuadro de mando con el objeto de verificar que es útil y aporte valor a su organización.

Garantizamos un cuadro de mando útil. Más de 25 años de experiencia nos avalan

Consultoría estratégica

Puede implantar el cuadro de mando con nuestra consultoría estratégica a partir de:

Solicitanos un presupuesto a medida de sus necesidades.

FAQs CMI

¿Qué es el Cuadro de Mando Integral (CMI)?

Es una herramienta de gestión estratégica que traduce la visión y estrategia de la empresa en objetivos medibles desde diferentes perspectivas.

El CMI ayuda a medir y gestionar el desempeño, lo cual es clave para cumplir los requisitos de seguimiento y mejora continua de las normas ISO. Principalmente las normas ISO que se pueden vincular con el CMI son ISO 9001 (calidad), ISO 14001 (ambiental), ISO 45001 (seguridad y salud) e ISO 50001 (energía), ISO 27001 (seguridad de la información) entre otras.

El CMI sirve para alinear la estrategia con los sistemas de gestión con indicadores clave de desempeño (KPIs) y facilita la toma de decisiones, seguimiento de la estrategia y la mejora continua.

El uso del CMI no es obligatorio para certificar una norma ISO, pero es una herramienta muy útil para cumplir con requisitos como seguimiento de objetivos, análisis de datos y mejora del sistema.

El CMI permite hacer seguimiento a objetivos de calidad ISO 9001, analizar tendencias y tomar decisiones basadas en datos.

El CMI puede incluir indicadores legales y de cumplimiento. Esto es especialmente útil para normas como ISO 14001, ISO 45001 o ISO 27001, que exigen seguimiento de requisitos legales.

El CMI lo debe usar Directivos, mandos intermedios y responsables de área que participan en la definición y seguimiento de objetivos estratégicos.

En una empresa certificada, el CMI lo gestiona la alta dirección con apoyo del responsable del sistema de gestión y los responsables de cada área.

Al permitir un análisis periódico del desempeño y detectar áreas de mejora, el CMI impulsa la toma de decisiones orientada a la mejora sistemática.

No. Cualquier organización, independientemente de su tamaño, puede beneficiarse del CMI para alinear su estrategia con la operativa.