La Responsabilidad Social es buena para la empresa, por la comunidad y a la sociedad en general. Si bien no es una práctica obligatoria, con todos los beneficios que conlleva, las empresas deben tomarla como una necesidad y trabajarla para ser socialmente responsables.

• Genera confianza pública. Los consumidores prefieren gastar dinero en una empresa que apoya y participa en actividades para mejorar la sociedad, ya que los consumidores confian en ella. A largo plazo, la empresa se volverá cada vez más popular. Así, un día, puede obtener notoriedad y reputación a través de la prensa  y redes sociales gracias a la cobertura de noticias vinculadas con nuestro compromiso social.
• Potencia las relaciones positivas entre la empresa y el consumidor. Implica una atracción de los consumidores y que los consumidores estén orgullosos de ella. Además, atrae y retiene a los empleados. Los trabajadores se sienten comprometidos y productivos cuando entran al trabajo todos los días. Muchas personas, especialmente los Millennials, prefieren trabajar para una empresa que tenga un alto nivel de RSE.
• Sostenibilidad. Este es uno de los beneficios a largo plazo más importantes. La RSC ayuda a ser más sostenibles a partir de la reducción las emisiones de carbono y a usar energía renovable. Las empresas también pueden hacerlo aplicando buenas prácticas ambientales entre sus trabajadores. Así, la empresa puede ahorrar dinero, además de ser reconocida como una empresa socialmente responsable.
• Aumenta las ganancias. Los principales estudios de mercado indican que los consumidores está dispuesto a pagar más por productos de empresas socialmente responsables. Las ganancias aumentarán porque una mayor Responsabilidad Social atraerá a más clientes.
• Fomenta el crecimiento profesional y personal. Con una cultura de responsabilidad social, es más fácil promover el voluntariado entre sus empleados y alentarlos a donar a organizaciones sin fines de lucro. Los empleados se sentirán más inclinados a ser productivos y creativos por su cuenta. En consecuencia, los empleados pueden desarrollarse profesional y personalmente como resultado de la responsabilidad social corporativa.