El Cuadro de Mando o Balanced Scorecard es una herramienta que ayuda a dirigir la organización. Con una estructura centrada en indicadores de proceso, puede incorporar los KPI del plan estratégico, plan de negocio y certificado ISO 9001.
Usos y aplicaciones del Cuadro de Mando
El cuadro de mando, formado por indicadores o KPI, sirve para seguir y medir el funcionamiento de todos los procesos de la organización a partir de:
- Resultados financieros
- Satisfacción de clientes
- Procesos o Operación Interna
- Creatividad, innovación y satisfacción de los trabajadores
- Desarrollo de las competencias de los trabajadores
El Cuadro de Mando es una herramienta para el control a corto plazo como la planificación estratégica, de acuerdo con la política de la empresa.
¿Qué aportan los indicadores?
Ayuda a seguir y cuantificar aspectos que generan valor como la excelencia en los procesos de producción, el Know-How, la fidelización de clientes o la capacidad de la organización para implantar eficazmente su estrategia.
Optimizar la distribución de recursos
El conocimiento que aporta el cuadro de mando ayuda a gestionar exitosamente los RRHH y mantener su competitividad cuando incorpore personal sin experiencia.
El cuadro de mando logra compromiso, motivación, comunicación y orientación al logro de los trabajadores.
Enlazar la estrategia, planificación, gestión y certificación ISO
El Cuadro de Mando es un sistema de medida e información que nos ayuda a seguir el plan estratégico y el plan de negocio así como seguir los factores clave del negocio a partir de los KPI. Facilita la detección de áreas de mejora y áreas a priorizar de acuerdo con la mejora continua de ISO 9001.
La organización prioriza acciones e inversiones en función de sus objetivos y estrategia.
Apoya el control de la gestión
Controlar y facilita el control de la gestión, té la capacidad de generar información predictiva, facilitando la adaptación a los mercados globales y competitivos.
Aumentar la competitividad
La combinación de indicadores facilita el control de todos los procesos y su repercusión en el resultado del negocio, así como la comparación de diferentes unidades de negocio.
Ayuda a detectar tendencias y nuevas necesidades, siempre de acuerdo con la política de la organización.
El Cuadro de Mando ayuda a alinear los objetivos de los trabajadores con los de la organización. Favorece la implantación de una retribución variable coherente con la estrategia.